Caminos no convencionales.

La innovación no puede existir sin cuestionar las reglas. El CUPRA Ateca y el CUPRA e-Racer están impulsados ​​por un sentido de curiosidad y un deseo de pensar creativamente más allá de lo que es, pero de lo que podría ser.

Por un lado, el CUPRA Ateca reinventó una experiencia de conducción. Inspirado en la pista para las calles, es un SUV emocionante para conducir con 300 HP, 4Drive y DSG-7. Y eso no es todo. El CUPRA Ateca combina deportividad y elegancia a la vez. Discretos detalles de cobre en su exterior, carcasas de espejo de fibra de carbono y un interior negro brillante para disfrutar.

En contraste, el CUPRA e-Racer reinventó una experiencia de carrera. Como su nombre lo indica, es un auto de competición eléctrico, el primero del mundo en la categoría de turismo. Un motor 100% eléctrico con 680 HP y una potencia máxima de hasta 500 kW que se puede mantener durante 10 segundos. Un invento adelantado a su tiempo. Tecnología electrónica de vanguardia que demuestra que el rugido no gana carreras. El rendimiento lo hace.

¿Y quién mejor que los campeones de carreras de renombre mundial para poner a prueba los límites? Andrea Dovizioso, titular de 11 victorias de MotoGP, tomó el volante del CUPRA Ateca. Jorge Lorenzo, 3 veces campeón mundial de MotoGP, manejó el CUPRA e-Racer. En Castellolí, a solo una hora de Barcelona. Un circuito con curvas exigentes, cambios de elevación e incluso un cruce. Ambos autos alcanzaron la velocidad máxima mientras desafiaban la regla más básica de la pista de carreras. Mira el video para ver qué pasó.

Al final, la evolución es nuestro único imperativo. Es a través del camino no convencional que podemos resaltar las posibilidades, desafiar el status quo y proponer una nueva definición de deportividad contemporánea.